El jueves pasado, fuimos a cenar al restaurante Montana un grupo de blogueros y aficionados gastrónomos malagueños de reciente formación, "Gastronautas.org".
Liderados (aunque él siempre lo negará) por José Maldonado (Pepekitchen) y Carlos que es su mano derecha en cuestiones técnicas y web (que tiene el blog Cóctel y bebida) y con el apoyo de José Cabello (Blogsobregustos) que nos sugirió el Montana y consiguió que nos reunimos, por primera vez como grupo, en uno de los mejores restaurantes de la provincia.
Esta salsa es muy catalana, como los calçots que me ha traído mi madre de un viaje a Gerona.
La Pepita llegó a Lloret de Mar y se fué la luz en toda Cataluña. Cuando regresó a Málaga, la luz se hizo de nuevo y comenzó a llover por aquí. ¡Suerte que tiene la chiquilla!. Bueno, se lo han pasado muy bien, estos jubiladitos andaluces se divierten allá donde van, llueva, truene o haga sol.
Aquí traigo otra muestra de la cocina con ibérico, esta vez, con un solomillo.
Dándole ayer vueltas a la forma de hacer este solomillo, me fui a dar una vuelta por el mercado, donde vi unas setas que llamaron mi atención, eran pequeñitas, de pie alargado y sombrero pequeño de un marrón dorado precioso. Pregunté y me dijo el tendero que se trataba de setas de chopo. Su precio era elevado, me costaron unos 6 € y apenas pesaron 400 gr, pero tenía ganas de probarlas.
El miércoles almorcé invitado por unos amigos en Dom Vinos, un pequeño local en calle Toquero nº 1 (ver en GoogleMaps), detrás de la hace muy poquito desaparecida gasolinera de Fuente Olletas, en el malagueño barrio de La Victoria, el conocido como "el barrio de chupa y tira".
Juan Carlos, un amigo de la infancia ya me lo había recomendado e incluso en una ocasión me decidí a ir con mi amigo Jesús pero al llegar allí estaba cerrado, era lunes y nos quedamos con las ganas.
El miércoles disfruté como hace tiempo que no lo hacía en un restaurante, aunque este no sea un restaurante al uso.
Almorzamos en la barra y cada uno de los platos que Antonio servía me sorprendía: tostas de foie con cebolla caramelizada, erizos de mar, lomo ahumado de esturión de Riofrío, atún de Barbate en manteca, arroz bomba con chipirones y huevas de caballa, carrillada de ternera, y de remate unos bombones "My Obsession" de Oriol Balaguer, casi ná.
De los vinos, yo que soy más de cervecita, mi baremo es muy simple: no me gusta, me gusta o me encanta. Los dos con los que Antonio nos obsequió se salían por arriba de esta clasificación, con lo que estoy empezando a plantearme el ampliarla.
Tras este ágape, Antonio nos obsequió con una cata de gin-tonics que hicieron soltar la lengua a mi amiga Margarita que se comprometió a llevarme a casa al día siguiente un buen manojo de espárragos silvestres y otro de tagarninas que tenía por casa.
Ayer jueves, a las nueve y media de la mañana tenía a mi amiga en la puerta de casa con el obsequio prometido.
Con los espárragos he pensado hacer una tortilla pero a la antigua usanza, batiendo las yemas y las claras por separado. Tenía ganas de probar esta forma de hacer las tortillas y hasta ayer no vi el momento.
Después de probarla, siempre que pueda haré las tortillas de esta forma, no hay color.... y del sabor de los espárragos silvestres, no puedo decir más que GRACIAS MARGARA, te debo una ;)
Con las tagarninas tengo pensado hacer un potaje, ya os contaré...
La familia materna de mi amigo Antonio es de Cumbres Mayores, en la Sierra de Huelva. Allí producen el mejor jamón ibérico de bellota con Denominación de Origen que yo he probado en mi vida. Además por supuesto, trabajan, con el mismo acierto la paletilla y embutidos como la caña de lomo, el lomito, el chorizo y la morcilla, el salchichón y el morcón. Podéis conocer más de ellos en su web: La Valla.